La fuga



La cosa fue así . Todas las tardes solía recorrer la calle que da a la pendiente , cerca de la ruta 3 , a pocos metros de la salida de la ciudad  . La boca de ese despeñadero era profunda y escarpada .Si uno mantenía la vista fija en algún punto de su vasta profundidad podría imaginar que no tenia un fondo preciso , ni que pudiera avistarse algo en aquella oscuridad cavernosa.
Por esa época , alrededor de las cinco de la tarde , mi único divertimento era pararme un buen rato sobre la orilla  de aquel lugar . Era aquello un  refugio transitorio para mis constantes monólogos internos .
Allí podía sentirme reconfortado al menos por un momento , incluso cuando sucedió lo peor . Cuando aquello paso simplemente seguí mi pequeño ritual diario . Mire hacia el abismo por ultima vez . El sol clareaba anaranjado sobre el poniente , habitando esas profundidades misteriosas  con un racimo danzante y fugaz de sombras meteóricas  , figuras movedizas que se imprimían sin cesar  en mis retinas cansadas  . Silbaba un viento agreste , monocorde .
Solté las cenizas , se esparcieron por el aire formando un remolino que se hundió en el abismo . Subí al auto . Tome la ruta hacia ningún lado. Jamas regrese..

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