Mar inmenso

Un hombre solo  frente a una pared desnuda, vomita de miedo sobre la vereda. Llora al resguardo de lo que queda de la noche  .Se acurruca de frio, cree que nadie lo  mira. Chasquea los dedos para darse calor . A su alrededor yira  una comparsa de borrachos y  patrullas policiales, un coro de risas duras  se oye todavia desde el fondo de los bares  vacios. 

El cree que nadie lo ve, así que silba un tanguito para tranquilizarse. Pero la ciudad entera lo vigila, le calcula los pasos, lo mide, lo sopesa, le pone un precio. La ciudad es un gato agazapado a punto de lanzarse sobre una rata herida  . Un manicomio abierto de donde nadie sale y del que todos creen estar afuera . Se tambalea, pierde el equilibrio. Alguna vez soñó que se iba muy lejos .Allá cerca de un laguito entre las sierras de la ventana Iba a levantarse un ranchito en algún lugar recóndito,  cerca de las flores amarillas. 

Otras veces cuando el vino lo ponía melancólico   , soñaba  que se vengaba cometiendo una salvajada inútil .Se veía a la cabeza  de un batallón suicida de caballería imaginario . Dando ordenes a diestra y siniestra  ,disfrazado del sifilico  demóstenes (nuestro cadavérico prócer local) . Revisa la tropa mientras da aliento  a sus imaginarios soldados y embiste  en carga cerrada,   una  y otra vez , sable en alto  contra la policía local al grito de “ yo soy Demóstenes hijos de puta, yo funde este pueblo de mierda , ustedes me pertenecen”   . Hasta que una certera bala policial  acabara con sus pobres pretensiones  .

Ahora esta frente a la niebla , ve su reflejo en el charco que acaba de hacer, ve todo muy claro aunque no lo pareciera  .  Sus restos derramados por toda la vereda levantan un mar inmenso, un espejo sucio donde puede asomarse en puntitas de pie y mirar absorto, la secreta victoria que le robaron.